viernes, 6 de agosto de 2010

Hace tres años...





quizás hubo un momento en el que dije que ante un terremoto, sabría que hacer.

ese 15 de Julio del 2007, sucedió este terremoto para dejar de creerme que era suceptible a las tragedias.

puso a prueba mi valentía y me venció...

salíamos como un día cualquiera del trabajo en el bus de la empresa

al salir del porton principal, el bus comenzó a sacudirse como un bamboléo

le reclamamos al chofer que es la llanta, pensábamos que era la llanta

se detuvo y luego continuó su marcha, pero nuevamente se bamboleaba el bus y queríamos reclamarle con más fuerza al chofer por imprudente

el chofer estaba aislado de nosotros en una cabina

se detuvo el bus y nos dimos cuenta que el bamboleo seguía, era intenso

un ingeniero gritó entonces que se acababa de comunicar con su esposa y que era un terremoto: "cuida a las niñas, tu tranquila que ya voy", le dijo a su esposa

luego como un flash de fotografía quedó retratada la energía saliente del mar que dias después supimos que era a causa del terremoto

fuimos testigos de algo tan grande que era digno de sentirlo con nuestros pies, pero estuvimos en una cápsula sin poder hacer nada

los siguientes 15 minutos (como si quince fuera ese día el número maldito), eran de angustia, de pensar que tan destructivo pudo haber sido: "habrá sido aquí? como habrá sido en Lima?", pues si, la mayoría del bus éramos de Lima.

al llegar al cruce de Pisco, en apagón, vimos con poca luz que los kioscos estaban destruidos y la gente estaba desesperada, aterrada, llorando, gritando, maldiciendo, rezando, orando, buscando, rezando y rezando.

comenzamos a ver rajaduras en la pista camino a pisco y sabíamos que algo grave había pasado, casas semi destruidas y gente saliendo a pie de pisco con unas pocas ropas y los hijos agarrados de las manos...

¿Habrá sido peor en Lima?... maldito celular que nunca agarraba señal...

el bus no pudo continuar su rumbo por los escombros y el mar de gente en las calles, era imposible seguir en bus...

corrí por entre el mar de gente que inspiraba el temor de que se venía el mar en cualquier momento

que diablos, quería ver como se encontraba la familia de la casa que alquilaba

eran unos viejitos y de seguro están atrapados esperando que los ayuden

llegué a la casa tras sortear varios escombros y gente cargando a sus muertos y heridos, gente que gritaba por un hijo, una hija, la madre, el padre, hermano, hermana, amigo, amiga, Dios... y me di con la grata noticia de que la viejita estaba bien... pero el viejito estaba postrado en una silla...

él en su desesperación, salió corriendo del trabajo, sorteando las casas que se derrumbaban a su paso... una esquina antes de llegar a su casa, lo sorprendió una pared que enterró la mitad de su cuerpo. Una mano amiga, lo logró sacar, nunca supo quien fué, pero estaba dañado el viejo, con el aliento que retuvo llegó a su casa para tranquilidad de todos, pero con las costillas fracturadas y la cabeza sangrante.

"que le pasa sr. Juán?"...
"una pared hijo"
"tranquilo, ya esto va a pasar y lo vamos a llevar a un lugar mejor, pronto vendrá la ayuda"...

maldito celular que nunca entraba una llamada

"Ayúdenme a buscar a mi mamá, se fué a la iglesia y me han dicho que se ha caido con todos adentro"... vino anunciando con voz desgarradora un vecino... "vamos, vamos"

en la esquina a la iglesia, se me apagó la vida:

miles de veces ví en películas de guerra, situaciones de completo despojo humano, niños llorando sangrando, casas destruidas, gente cargando a sus muertos, a sus heridos, llorando y buscando a...

Demonios, esto era real, ví con mis propios ojos las mismas escenas... vi gente muerta tirada en las veredas, escuchaba: "Julio donde estaaas?, Juán, Juán; mamá Mery!!!, mamá Mery!!!, Gloria hermana donde estas?... Gladis Lourdes!!!, Meco!!!, Pepe!!!, José!!!, Eduardo!!!, Johnny!!!, papá Leoncio!!!... mientras que por mi lado pasaba gente moribunda, ida, totalmente en polvo...

"Va a explotar!!!", "salgan, es un balón de gas, va a explotar!!!"... era demasiado

sentía mis piernas quebradas por el dolor y mis manos querían seguir retirando los escombros de la iglesia caída: "Alguien me escucha abajo!!!, los vamos a sacar!!!, aguanten que los vamos a sacar!!!"

acaso crees que no duele, cuando con todo el dolor de tu alma gritas con voz desgarrada para darle el valor a la gente que tenemos bajo los escombros?... no escuché ni un lamento, no escuché ni un grito, por más que mi cabeza rozaba los ladrillos caídos, no pude escuchar nada...

Volví a salir de mi, mientras la gente empezaba a meterse a levantar los escombros de la iglesia...

desperté caminando por la plaza cuando una mujer corrió a mi lado gritando "Dios mio, otra vez", fué el peor temblor de muchos después de una hora, choqué con los muertos de la vereda, sentía que era uno de ellos...

caminaba por las calles alumbrándome con el maldito celular que nunca cogía señal...

mi mejor amiga a salvo, las otras segundas personas más importantes en mi vida igual...

continué caminando por un lugar en donde nunca me hubiera atrevido a hacerlo...

entraron mensajes de texto al celular y la noche se hizo menos oscura...

en el viejo sillón de madera con la cara mirando a las estrellas y sintiendo cientos de temblores durante la noche más larga del mundo, agradecí a Dios que mi familia estuvo a salvo...


es imposible levantar el ánimo de los muertos
ellos te dicen al oido que te alejes y no cambies sus destinos
la muerte no deja a sus muertos
un cobarde nunca puede contra la muerte


el 15 de agosto de 2007, en mi vida hubo un terremoto.


nunca supe que fué de la mamá del vecino que nunca conocí
de los muertos que pisé

nunca supe si la esperanza de los gritos desgarradores
tuvieron final feliz

solo se que aunque ya pasaron tres años
el polvo en el viento me recuerda
que alguna vez una vida caminaba
y ahora solo vive en el aire








Cuando duermes...