sábado, 23 de julio de 2011

kashmir...





uno de los miedos que llevo de por vida, es el miedo a las arañas...

no sé, es una sensación muy tensa cuando descubro a alguna en la pared y peor aún cuando tiendo mi cama y sacudo las sábanas y salta alguna por el aire... puta que comienzo a correr desesperado con todo el cuerpo temblando de terror sacudiendo cada parte de mi cuerpo...


imagínate esa sensación!...


bueno, esta historia empieza un día de exploración aventurera en la sierra de Huancavelica...


como parte de mi trabajo, recorremos a veces, algunas zonas de la sierra alejada de las ciudades en donde, con un poco de suerte, cada media hora encontramos gente... lo recorremos en camioneta y cuando estamos cerca a alguna veta de mineral o manto de carbón, nos bajamos un grupo, leemos planos, marcamos rumbos, distribuimos botellas de agua, galletas y alguna que otra cosa por comer... ese día salíamos y hubieron dos rumbos... yo fui solo...


gps en mano fuimos rodeando las montañas... nos encontraríamos en unas 4 horas en el mismo lugar...


nunca una caminata fue tan agradable, hasta que en una bajada de huayco, no calculé bien y comencé a hundirme en una mezcla de arena granulada sumamente blanda... atiné a tomar mi picota y la clavé fuertemente a una zona más dura... pude salir en base a tranquilidad , sentí que era lo correcto y que nada me iba a pasar... al salir me sentí tan afortunado de pensar con sobriedad en un momento de peligro mortal...


pasadas unas horas de continuar la búsqueda del anciado "botín", empecé a observar algunas zonas planas ocultas por las sombras mismas del cerro, eran ruinas... eran paredes hechas con piedras y me dio una sensación de temor ante lo desconocido... recordé que en algún momento me dijeron que eran zonas en donde habitan antiguos espíritus y tenías que rendir tributo... tenía agua, galletas y nada más... tomé un poco de agua y vertí el contenido en la tierra diciendo en voz baja: "no tengo nada que ofrecerte más que esta poca de agua que es la que me va a mantener con vida un tiempo hasta que esté a salvo, pero si me permites entrar solo miraré y llevaré algo que me ayude a recordar que algún día conocí un lugar maravilloso"...


ingresé a las ruinas y vi como ya había sido huaqueada con rigurosidad, sentí un poco de pena... entre las enormes pilas de piedras pude observar una piedra muy peculiar... tenía la forma triangular y los cantos afilados... inmediatamente pude recordar las clases de historia... esta no era una civilización reciente... era muy antigua, era una piedra para cortar carne... la guardé en mi morral y marché agradecido por permitirme ingresar a ese hermoso lugar...


en otra zona pude observar unos caballos marrones, no eran mulas, eran caballos que relinchaban... estaba cerca a algunos pobladores...


luego de varias horas de buscar las rutas y el "botín" dí con unas piedras imán (magnetita)... lo único que provoca que sean magnéticas entre si son los rayos y tragando un poco de saliva pude entender que tenía que salir de ahí de inmediato...


marqué las coordenadas del "botín" y me dispuse a subir para cortar camino a la camioneta...


como a 2 kilómetros observaba una silueta blanca y me parecía extraño verla en la cima, parecía como si la camioneta estaba allí... me alegró y empecé a subir, eran más de 2 kilómetros pero tenía que hacerlo...


casi al llegar a la silueta, esta desapareció entre una curva que al llegar a bordearla me di con la sorpresa de que había una sombra blanca debido a la presencia de piedra caliza...


unos metros y unos dolores más de rodillas y ya había llegado a la cima... era un pico inmenso desde donde se observaban paisajes hermosos en los 360º... debo confesar que pocas veces me he emocionado con algún paisaje hermoso, siempre me fascinó la belleza de los paisajes, pero este sitio me hizo sentar de la emoción y pude sentir que no estaba en cualquier lugar... ni Machu Picchu me hizo sentir que era parte del universo y que todos somos uno solo... me emocioné y lloré...


después de agradecer a Dios por tan bella visión empecé a descender rumbo a la camioneta...


la bajada fué fácil... Dios así lo quizo...


al llegar a la camioneta siendo las 5 de la tarde, empezamos a preocuparnos por la otra gente... en ese momento la temperatura marcaba 10ºC, y el viento cada vez picaba más...


encendí mi cámara filmadora para ayudarme con el zoom y buscarlos por todo el panorama...


empecé a caminar en el rumbo en que ellos habían ido, y Diós!!!... me llamó la atención una sombra a lo lejos... llamé al chofer porque me sentía aterrado... con las justas pude silvar... me sentía helado... el chofer se dio cuenta de lo que me pasaba y llegó como pudo con la camioneta...


al llegar con las justas pude subir a la camioneta, me sentía aterrado... voté la cámara a un lado y me abrigué con lo que encontraba... al entrar en razón, tomé la cámara con pánico y empecé a revisar lo último filmado... Diós!!!... estaba ante la presencia de algo aterrador, demasiado increíble... tuve que preguntarle al chofer por las imágenes que había en la cámara y también se sorprendió...


Que es lo que ves ahí?
Pues es una araña.
UNA ARAÑA!!!... grité...
si esos es... pero donde está?
por allá... señalé..
pero si no hay nada... dijo...
es que está en ese punto negro que ves al fondo...
le enseñé mi cámara y pude ver con horror que esa araña estaba más o menos a 2 kilómetros y era del tamaño de un caballo!!!!!!!!...


me horroricé... y ya no quería salir de la camioneta... pero tuve que hacerlo al recordar que mis compañeros se habían ido por esa ruta... por la ruta de la araña!...


lleno de valor salí de la camioneta y caminé con rumbo a la araña... que movía sus patas en una suerte de comiendo a su presa... "eso no era posible, eso no existía... era producto de mi imaginación"... era yo en lucha contra mi mayor miedo...


debía advertirles a mis compañeros... pero ¿cómo?... empecé a gritar sus nombres, la camioneta hizo lo propio con el claxon...

media hora después y ya casi con la temperatura a 5ºC, pudimos divisarlos por el lado opuesto de donde se fueron y venían en mula y burro...


grande fué la alegría...y grande fué el terror al ver que la silueta de la araña ya no estaba... miraba y miraba y rezaba para que esta no se halla desplazado hacia nosotros...


ni bien llegaron mis compañeros subimos a la camioneta y enrumbamos a toda prisa... mi jefe se sintió extrañado, atrás solo buscaba con mi cámara a la araña... sentía que nos seguía, sentía que éramos su presa... en el camino le enseñé la filmación a mi jefe y no le dio importancia...


por la noche, llegamos a un pueblito muy pobre y siendo casi la medianoche no tuvimos más remedio que hospedarnos ahí... el cuarto donde me quedé a dormir no tenía luz... y era una frazada tan dura como lija... no pude ni sacarme la ropa del día y me puse un casacón... la temperatura era de 0ºC, y por momentos me tapaba la cara, pero por ratos me destapaba... no recuerdo en que momento empecé a tener sensaciones de arañas por todo el cuerpo... las picaduras de estas eran constantes... por cada picazón que sentía gritaba en la noche... empecé a sudar... pero no quería destaparme porque las arañas habían invadido mi cama y algunas bajaban de los techos y otras intentaban meterse por entre las sabanas... y en cada rincón de mi cuerpo sentía la picadura de estas... llegó mi compañero a socorrerme y no atinaba a nada... solo pude sentarme y tenía paralizado medio cuerpo...


no es nada huevón, no hay nada... me dijo...


a la mañana siguiente al revisar lo filmado, encontramos estas fotos...











con horror y más a salvo pude contemplar tamaña criatura...

no se si haya sido un espejismo (las fotos dicen que no), o que hallan sido sombras en las piedras... lo que sé es que pude comprobar que en lo maravilloso de la naturaleza, uno siempre es pequeño... la naturaleza es grande... y las arañas son grandes...


Cuando duermes...