lunes, 28 de marzo de 2011

san isidro de mi...







subi a la colina del cementerio... estaba entrando en una sensación libre... sentía estar conectado con el arenal... con la arena... buscando el camino... las almas a mi alrededor susurraban un mal paso... las tenía de guias en un mundo al que resistía salir... dejé media hora en el limbo... tumbado en la arena nuevamente sentí el susurrar de las almas... por alguna razón me despertaron...


vuela gavilán... vuela más alto... estuve buscándote... levanta las alas y sacude el polvo de tus plumas... no, no te escondas... iré por ti... detrás de esta colina debes estar...


mi sangre debiste oler... no temas... llévame... alma del infierno... no temas... soy el alma que buscas en tu colección... espera dulce gavilán... aqui estas... te miro fijo a los ojos... no vueles... llévame contigo...


en media hora las almas gritan... es el gavilán... que vuela alto... llevándose pedazos de mi... me levanto íntegro... sin corazón... mi alma es fuerte... no llegó a irse...


dicen, digo... que las almas no me quieren... les robo más almas a ellos que ellos a mi... me lleno de almas encerradas en un hueco que llevo por corazón... mi alma no se va porque pesa como miles... pesa en el hombro izquierdo...


en media hora mi alma libera un alma... esta rie y silva en su lento caminar... la arena de mis puños vuela al viento... dejando cada grano de arena en el viento cual reloj de arena que cruza una vida en media hora...


en media hora mi alma tuvo... tiene, un vacío, en el lugar en donde hace media hora había un corazón...

Cuando duermes...